
El mercado de vehículos eléctricos (VE) de Panamá se encuentra en sus primeras etapas, lo que presenta importantes oportunidades y desafíos para el desarrollo de la infraestructura de carga. Impulsado por las tendencias globales de descarbonización y políticas nacionales favorables, Panamá está preparado para un crecimiento en la adopción de VE, lo que requiere redes de carga robustas. Este informe examina las políticas de puntos de carga, el estado del mercado, las oportunidades y los desafíos en Panamá, y destaca cómo las soluciones de carga avanzadas de Anari Energy se alinean con las necesidades del país. Con tecnologías de alta eficiencia, escalables y sostenibles, Anari Energy está bien posicionada para captar cuota de mercado y apoyar la transición de Panamá hacia la movilidad eléctrica.
El gobierno de Panamá reconoce el papel de la movilidad eléctrica en el cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París, que se ha fijado como objetivo una reducción del 24 % de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. La Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica (ENME) de 2019 promueve la adopción de vehículos eléctricos y el desarrollo de la infraestructura mediante:
Sin embargo, existen deficiencias. A diferencia de China o la UE, Panamá carece de normativas sobre la densidad de estaciones de carga o la capacidad de carga rápida en las carreteras, lo que ralentiza su despliegue en zonas rurales. La financiación limitada (10 millones de dólares hasta 2025) restringe la implantación a gran escala.
Las políticas de Panamá se alinean con las tendencias globales, como el Reglamento de Infraestructura para Combustibles Alternativos (AFIR) de la UE, que exige la instalación de cargadores rápidos cada 60 km en las principales carreteras. El enfoque en centros de carga urbanos refleja la estrategia de Oslo, donde la penetración del 55 % de vehículos eléctricos impulsa la demanda de cargadores. La penetración del 0,5 % de vehículos eléctricos en Panamá para 2025 sugiere la necesidad de una inversión proactiva en infraestructura, como se observa en China, donde se instalaron 760 000 cargadores rápidos para respaldar una penetración del 30 % de vehículos eléctricos para 2022.
El mercado de vehículos eléctricos en Panamá está en auge, con 1200 vehículos registrados en 2025, un aumento del 50 % con respecto a 2023. Los modelos premium (como el Tesla Model 3 y el BYD Han) dominan el mercado, adquiridos por consumidores de alto poder adquisitivo y operadores de flotas urbanas. Los servicios de logística y taxis en la Ciudad de Panamá, incluyendo los programas piloto de flotas de vehículos eléctricos de Uber, son factores clave para este crecimiento. Sin embargo, la infraestructura de carga es deficiente, con solo 50 estaciones públicas y 80 conectores, en su mayoría de Nivel 2 (7-22 kW). Los cargadores rápidos (50 kW o más) son escasos; solo el 10 % de las estaciones ofrecen carga rápida de CC, concentradas en la Ciudad de Panamá. Costa Rica, con más de 100 estaciones, supera el 1,6 % de penetración de vehículos eléctricos en Panamá.
La escasez de puntos de recarga genera ansiedad por la autonomía, un obstáculo importante para la adopción de vehículos eléctricos. Los consumidores urbanos necesitan recargas rápidas y convenientes cerca de los centros comerciales, mientras que los operadores logísticos requieren cargadores rápidos a lo largo de las rutas de transporte. La escasez de puntos de recarga en zonas rurales limita la adopción de vehículos eléctricos fuera de las ciudades, como ocurre en Argentina, donde solo hay 23 puntos de recarga a pesar del crecimiento de los vehículos híbridos.
Ciudad de Panamá, que alberga al 50% de la población, es un mercado clave debido a su alta densidad y congestión vehicular. El plan del gobierno para electrificar el 10% de los autobuses de transporte público para 2030 requiere estaciones de carga de alta capacidad. El sistema de carga ultrarrápida AN-500kW de Anari Energy, que proporciona 400 km de autonomía en 10 minutos, resulta ideal para los centros urbanos de taxis y vehículos de reparto.
El papel de Panamá como centro de tránsito, con el Canal de Panamá y la Carretera Panamericana, impulsa la demanda de estaciones de carga en las principales rutas. El turismo fomenta el alquiler de vehículos eléctricos en destinos como Bocas del Toro y Boquete. El AN-SolarSync de Anari Energy, un cargador con integración solar, aprovecha el potencial solar de Panamá de 5,5 kWh/m²/día para la carga sostenible fuera de la red en zonas remotas.
El marco de colaboración público-privada (PPP) permite el liderazgo del sector privado. El despliegue global de más de 10 000 estaciones de carga de Anari Energy le permite asociarse con empresas de servicios públicos como ENSA y Naturgy, utilizando subsidios para reducir costos. La plataforma AN-CloudSync optimiza el uso de los cargadores con análisis en tiempo real, abordando las bajas tasas de uso observadas en mercados emergentes como Colombia.
Los elevados costos de las estaciones de carga rápida (entre 50.000 y 100.000 dólares por unidad) y la limitada financiación gubernamental (10 millones de dólares hasta 2025) constituyen barreras. El crecimiento del PIB de Panamá, del 2,5 % en 2025, limita la inversión pública, al igual que los problemas de liquidez que afectan a América Latina. La baja adopción de vehículos eléctricos disuade a los inversores privados debido a la incertidumbre en la rentabilidad.
La red eléctrica de Panamá, que depende en un 60 % de la energía hidroeléctrica (su suministro es limitado), sufre variabilidad estacional, lo que afecta la fiabilidad de la carga durante las épocas de sequía. Los cargadores rápidos sobrecargan las redes urbanas, lo que requiere costosas mejoras. El estabilizador AN-PowerGrid de Anari Energy, con almacenamiento en baterías, mitiga la demanda máxima, lo que permite implementaciones escalables, similares a los cargadores con baterías de BYD en China.
La falta de normativas sobre densidad de cargadores o cobertura rural dificulta el crecimiento. El conocimiento público es bajo: solo el 20 % de los panameños se interesa por los vehículos eléctricos en 2025, frente al 40 % en Costa Rica. El programa AN-EduCharge de Anari Energy, que combina educación con instalaciones de carga, puede aumentar el conocimiento y demostrar la fiabilidad.
El mercado panameño de carga de vehículos eléctricos ofrece oportunidades impulsadas por políticas favorables y la demanda urbana, pero enfrenta desafíos como la financiación limitada, las limitaciones de la red eléctrica y el escaso conocimiento del sector. Los cargadores ultrarrápidos, los sistemas integrados con energía solar y las soluciones de estabilización de la red de Anari Energy se ajustan a las necesidades de Panamá, lo que posiciona a la empresa como líder del mercado. Gracias a su experiencia global, Anari Energy puede impulsar la transición hacia la movilidad eléctrica en Panamá, generando valor sostenible y captando cuota de mercado.




